El cambio climático y las variaciones extremas de temperatura no solo afectan nuestras vidas, sino también nuestras infraestructuras, como las tuberías. Tanto el frío extremo como la sequía prolongada pueden provocar daños importantes en las tuberías de los hogares. Aunque Barcelona es conocida por su clima templado y seco, no está exenta de esta problemática. En este artículo te explicaremos cómo el clima extremo afecta las tuberías y qué medidas puedes tomar para protegerlas.
Las tuberías están diseñadas para soportar el uso diario de agua, pero el clima extremo puede provocar fallos y daños que comprometan su integridad. En invierno, el frío intenso puede congelar el agua dentro de las tuberías, lo que provoca que se expandan y, finalmente, revienten. Por otro lado, la sequía puede hacer que el suelo se contraiga, moviendo las tuberías subterráneas y provocando roturas o fugas. Ambos escenarios pueden resultar en reparaciones costosas y la interrupción del suministro de agua.
Cuando la temperatura exterior baja considerablemente, el agua dentro de las tuberías puede congelarse. A medida que el agua se congela, su volumen aumenta, generando una presión excesiva en las paredes de la tubería. Si la presión es suficiente, la tubería puede romperse, causando fugas y daños estructurales. Las tuberías más vulnerables son aquellas que están expuestas al aire exterior, como las que se encuentran en jardines, sótanos, áticos y paredes exteriores.
Si descubres que una tubería está congelada, es importante seguir estos pasos para descongelarla sin causar más daños:
La mejor forma de evitar que las tuberías se congelen es tomar medidas preventivas antes de la llegada del invierno. Algunos consejos útiles incluyen:
La sequía también puede dañar tus tuberías, especialmente aquellas que se encuentran bajo tierra. El suelo se contrae y puede moverse, ejerciendo presión sobre las tuberías y provocando desplazamientos o rupturas.
La falta de agua puede alterar el equilibrio de presión dentro de las tuberías. El suelo que rodea las tuberías se seca y contrae, lo que provoca que las tuberías se doblen o se rompan debido a la tensión. Esto es especialmente problemático en regiones propensas a sequías prolongadas.
Los cambios bruscos de temperatura, tanto en invierno como en verano, pueden hacer que las tuberías se expandan o contraigan rápidamente, lo que aumenta el riesgo de roturas o fugas. Es fundamental tener en cuenta la ubicación y el material de las tuberías, ya que ciertos materiales como el cobre o el PVC pueden ser más susceptibles.
Aunque algunos problemas en las tuberías se pueden solucionar de manera casera, hay situaciones en las que es mejor contactar con un profesional. Estas incluyen:
¿Qué sucede con las tuberías en temperaturas bajo cero?
El agua en las tuberías puede congelarse, expandirse y causar roturas debido al aumento de presión.
¿Cómo prevenir que se congelen las tuberías en invierno?
Puedes aislar las tuberías expuestas, cerrar las válvulas externas y dejar un pequeño flujo de agua durante las noches más frías.
¿Cómo afecta el clima seco a las tuberías de agua?
La sequía puede provocar que el suelo se contraiga, desplazando o rompiendo las tuberías subterráneas.
¿Cuáles son las señales de que una tubería está dañada por heladas?
Baja presión de agua, ruidos inusuales o la ausencia de flujo de agua son señales comunes.
¿Qué soluciones hay para tuberías dañadas por sequía o heladas?
Es recomendable consultar a un profesional para evaluar el daño y, si es necesario, reemplazar o reparar las tuberías afectadas.